Cuando tú estás, todo es más sencillo y natural. Los gatos nos observan en silencio, alguna gaviota nos sobrevuela, el río no deja de fluir mansamente, las campanas suenan marcando las horas, los cuadros miran más allá, la gente saluda y da los buenos días, el camarero es amable y gasta alguna broma... Y cuando tú no estás, queda tu imagen y tu recuerdo flotando en el aire cálido y amarillo que inunda mi mente.
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