miércoles, 9 de diciembre de 2009

Mi amiga del alma.



Vino, fue todo lo que supe.

Entró envolviendo con su aroma
El rancio olor de mi soledad dormida.

Las rendijas del pasado
Se abrieron a la luz.

Sentí cerca su cálido aliento,
Sus manos acariciaron mis pesados hombros
Y rozaron sus cabellos esta frente arrugada.

Noté sus labios gratos besar la nuca helada.
Giré, quise mirarla y ya no era.

Marchó, fue todo lo que supe.">

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