“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
Después de crear dentro de nuestra cabeza una idea de Dios, acabamos, paradójicamente, haciéndole nuestro creador, creador del propio ser que lo creó. Es decir, creamos a Dios y luego creemos que ha sido él quien nos ha creado a nosotros... También creamos esa otra abstracción a la que llamamos diablo y lo acusamos de ser culpable de nuestras propias maldades... ¿Quiere mayor absurdo?
A mí me parece una tomadura de pelo. No tiene sentido que necesitemos engañarnos para vivir.
Si nombro tu nombre, me miras. Si nombras mi nombre, te miro.
Si te miro cuando tú no me miras, Sientes que te estoy mirando.
Si tú me miras cuando yo no te miro, Adivino que me estás mirando.
Si tú me miras y yo te miro, Finjo que no te miro.
Si yo te miro y tú me miras, Sonrío y miro hacia otro lado.
Si nombramos nuestros nombres, Al unísono, inesperadamente, Y encontramos nuestras miradas En la línea que nos une Y acorta la distancia que media Entre tu sueño imposible Y mi realidad fantástica, Salta la chispa y el rayo Que nos hipnotiza y hechiza Silenciando el sonido de nuestras voces, Congelando el tiempo en un segundo inmenso. Y es ahora, en este instante, Con nuestros ojos, Pendientes de nuestros ojos, Cuando vivimos la pasión Que nos quema por dentro Y nos mira por fuera.
Si te nombro y te miro Mírame por mi nombre, Que es tu nombre.
Bienvenido, estás en la vida. No tengas miedo, de nada sirve. Asume el riesgo, es necesario. Para qué la prudencia excesiva Si te impide gozar sensaciones nuevas. El dolor, cuando llegue, será inevitable Pero el sufrimiento es opcional. La muerte no te importe, Asúmela como parte de la vida. No, no tengas miedo, Vive, tan sólo vive, No tendrás otra oportunidad. ¿O … tal vez sí?
"No hay mayor tragedia Que aquella que nos toca vivir"
Has llegado al túnel de la ausencia No preguntes cómo ni por qué, No merece la pena, No hallarás respuesta.
La oscuridad y el dolor del alma Te atrapan, te paralizan, te ciegan.
No ves la luz de la salida En este túnel sinuoso Que debes recorrerlo sola, Pues no hay marcha atrás Y la entrada quedó bloqueada.
Piensa en él, piensa en ti, Piensa en las personas que Te acompañan en el sufrimiento, Ellas también recorren El túnel de su ausencia.
Marcará tu vida, de por vida, Soñarás con él, vivirás con él En otro espacio mágico, En otro tiempo detenido.
Como un punto blanco, En el oscuro horizonte, Vendrá la luz a rescatarte. Es tu luz y la de él Que guiará tus pasos Hacía en final del túnel de la ausencia
Llegarás a la salida, La luz exterior te acogerá Con su cálido abrazo. Ya no molestará la alegría Ni el color de la vida. Habrás superado la prueba Que, incomprensiblemente, Te tocó vivir, nos tocó vivir.
El recuerdo, su recuerdo, Seguirá contigo, para siempre, Y sus lágrimas servirán Para aclarar la visión Del camino que todavía Seguirás recorriendo, Con la ilusión renovada Y compartida de quienes Te quieren y te comprenden.
Has llegado al túnel de la ausencia, Recórrelo con la tristeza del momento Y la esperanza de otra vida que llega.