lunes, 17 de septiembre de 2012

Miedo.


Ya sabes, porque te lo he contado el alguna otra ocasión, que tan solo me mueve a escribir aquello que siento y, efectivamente, cuando siento las palabras brotan, fluyen de mi interior una detrás de otra, no puedo detenerlas, se apropian de mis manos y teclean el ordenador hasta quedarse tranquilas una vez expresado lo que quieren contar.

Dejo que el tiempo hable por mí aunque, como dice mi amigo filósofo: "Hay más tiempo que vida".

Intento no preocuparme, dejarme llevar por los acontecimientos. Prefiero sentir, disfrutar de la vida, ver cómo evoluciona, sin pretender influir en ella, comprendiéndola, sin forzar ninguna situación y sin dar ningún paso innecesario, aunque, a veces, sigo teniendo miedo.

No hay comentarios: