sábado, 31 de enero de 2015

En las nubes.


Cuando estoy en las nubes, últimamente más de lo habitual, me dejo llevar por el viento y no me importa el destino ni la velocidad de navegación, las vistas aquí son fantásticas y la compañía, como la vuestra, inmejorable. 

viernes, 30 de enero de 2015

Temporal.


Flexibles y elásticos frente a las adversidades: temporales renovadores que tronchan, fracturan, quiebran y quebrantan posturas rígidas y trasnochadas.

miércoles, 28 de enero de 2015

Historia de una ruta.

Es un camino largo y no siempre es fácil recorrerlo. A veces tienes más fuerzas y otras veces te sientes débil y no sabes si podrás alcanzar tu destino.
Durante el trayecto vas en silencio, pensando y sintiendo. Sientes una inmensa alegría pero también miedo, culpa por lo que vas dejando atrás, nervios… pero lo que más sientes es la emoción por llegar.
Y de repente, te encuentras ahí, en la cima. Has logrado subir, miras al mar y todo lo demás se desvanece. Ya estás donde querías estar.
Te quedas mirando su color azul y el verde de la hierba que hay en la cima. Disfrutas sintiendo, mirando a los ojos al mar, respirando aire puro, y sientes que el recorrido ha merecido la pena.
Te quedas ahí un tiempo hasta que llega la hora de bajar y recorrer el camino a la inversa.
Ha merecido la pena, el recuerdo del mar sigue en tu mente durante el camino de vuelta. Estás triste por dejar ese mar, pero alegre porque su mirada y su recuerdo van siempre contigo.
¿Y el mar? ¿Sentirá lo mismo que tú? El mar es tan inmenso y con tanta vida que nunca se sabe con certeza si para él es tan importante que tú hayas subido a la cima a verlo y si a él le quedará la sensación de vacío que te queda a ti al bajar.

LR


El mar, que es la mar, también siente y se expresa con grandes olas de emoción. Y cuando te ve marchar se calma y deja a las sirenas de la noche que ocupen tu lugar, cantando y bailando, para así no olvidarte jamás.

lunes, 26 de enero de 2015

Cultivando.


Cultivar una amistad libre y entrañable no requiere tierra ni maceta que oprima sus raíces y le permita crecer.

domingo, 25 de enero de 2015

Amanece.


A las siete y media estaba saliendo del hotel dirección a la playa. No había mucha luz pero la noche ya estaba diluyéndose. Pisé la arena y me acerqué a la orilla del mar. Estaba muy tranquila, sin olas, como despertando de un profundo sueño. Caminé en paralelo buscando la luz anaranjada que emergía en el horizonte. Me detuve en dos ocasiones a fotografiar el amanecer. En ambas, mientras estaba absorto contemplando el momento, ocurrió algo curioso e inesperado. La mar lanzó a mi encuentro, en el espacio de tres o cuatro minutos entre  cada una de ellas, un par de olas tranquilas que avanzaron decididamente hacia mí y, a punto de alcanzarme, me obligaron a alejarme cuatro o cinco metros de la orilla. Pude hacer la foto que andaba buscando y congelar este momento tan especial de domingo

sábado, 24 de enero de 2015

Siguiendo el guion.


Se apaga el día y se incendia la noche. Un guion conocido y dos personajes poniéndolo en práctica. Juegos inicialmente verticales, paralelos, caen horizontales y buscan la perpendicularidad. Horas que avanzan lentamente deprisa y sin pausa hasta el amanecer. Con las primeras luces, o resplandores, se enciende la mañana y llega la hora de dormir.

viernes, 23 de enero de 2015

¡Chis!


Entre hablar o callar elijo escuchar. Hay quien habla por hablar, y no siempre el que calla otorga, aunque a veces no queda más remedio que dejar de hablar unos días, días que podemos aprovechar para escuchar el latir de nuestros sentimientos.

jueves, 22 de enero de 2015

¿Entras?


Te puedes asomar y echar un vistazo pero si no entras jamás descubrirás el misterio que habita dentro de ti.

martes, 20 de enero de 2015

Invierno.


Amenaza hielo y nieve
Que congelará nuestros cuerpos
Y la historia que nos envuelve.

Saldrá el sol tímidamente
A calentar nuestros rostros
Cubiertos por una fría escarcha.

Te abrazaré calladamente
Mientras se hiela mi aliento
En este invierno reciente.

Y tú no dirás nada,
Muda en la mañana,
Porque tu mirada siempre lo dice todo.

lunes, 19 de enero de 2015

Navegando.


Es fácil navegar cuando el viento sopla favorablemente, yo estoy acostumbrado a hacerlo con el viento en contra y a naufragar en cualquier momento.

domingo, 18 de enero de 2015

La persiana.


Tan sencillo como subir la persiana y descubrir un nuevo día o bajarla para recuperar la noche.

viernes, 16 de enero de 2015

Lluvia.


Por fin la lluvia amanece,
Lágrimas calladas al final de la noche
Limpian los cristales de tu alma
Y dejan a la vista sentimientos muy tristes.

miércoles, 14 de enero de 2015

Haciendo caja.


Y al final de la jornada hacemos caja, arqueo. Comprobamos que, tras los cobros y pagos registrados, coincide el saldo que arroja la máquina con la suma de los billetes y monedas que acabamos de contar. Cuadre o descuadre, porque falte o sobre dinero, son las opciones posibles. Y también es posible hacer la cuenta de aquello que hemos vivido en las últimas veinticuatro horas. Reflexionar unos minutos para sacar las conclusiones que nos ayuden a comenzar un nuevo día con la caja vacía pero llena de posibilidades.

lunes, 12 de enero de 2015

La bombilla.


Hay asuntos que no tienen solución y de nada sirve volver a sacarlos a la luz. Roto el filamento, que incandescentemente nos iluminaba, abandonó la utilidad para la que fue creada. Habrá que desecharla, sustituirla por otra, si queremos salir de la oscuridad, arrojarla al contenedor apropiado o conservarla como recuerdo que alumbre nuestra memoria.

sábado, 10 de enero de 2015

Frío sol.


Frío sol de inviernos: ¡Caliéntanos!
Calienta nuestros pasos, en ocasiones fríos e inseguros.

sábado, 3 de enero de 2015

La escalera.


Una escalera en ruinas nos conduce al pasado. Subimos por ella, entre luces y sombras, para asomarnos al vacío de lo que un día fue y ya no es nada.

jueves, 1 de enero de 2015

¿Listos?


Almanaque, calendario con los meses y los días puestos en negro y en rojo. La Luna, sus fases y  desfases. Santoral, para los más religiosos y adictos a las felicitaciones. Hojas para arrancar y pasar página cada treinta días, aproximadamente. Todo preparado y dispuesto ordenadamente para conocer el día que viviremos cada veinticuatro horas. Pero hay que vivirlos, cada uno de ellos, sus mañanas y sus noches, sin olvidarnos de las tardes, poco a poco, intensamente, como si fuera el penúltimo día de nuestras vidas. El último lo dejaremos, cuando llegue, para despedirnos. Comenzamos, pues, 2015. ¿Listos?