Todo sucede tan deprisa que no
somos capaces de ver bien lo que está pasando.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
lunes, 30 de noviembre de 2015
domingo, 29 de noviembre de 2015
La casa abandonada.
Al comienzo de la noche
encontramos la casa que no andábamos buscando. Nos recibió con las luces
encendidas y el vacío de un tiempo lejano. Se rompió el silencio al llamar a la
puerta pero ningún fantasma acudió a abrirnos por miedo, creo, a reconocernos. Y
tuvimos que pasar el resto de la noche a la intemperie, sin más cobijo que
nuestras propias sombras.
sábado, 28 de noviembre de 2015
viernes, 27 de noviembre de 2015
Semillas.
Hay quien sólo ve unas semillas.
Otros, en cambio, ven un árbol y
sus frutos.
Yo veo una hélice.
Diferentes maneras de mirar y de
interpretar lo que vemos.
jueves, 26 de noviembre de 2015
miércoles, 25 de noviembre de 2015
martes, 24 de noviembre de 2015
Música celestial.
A música celestial sonaban sus
palabras divinas, no por lo que decían, que era bien poco, sino por el alma que
ponía al pronunciarlas. Cuando se apagaba su voz el silencio se oía más fuerte
que nunca, tal era su encanto. Hace tiempo que dejó de hablarme, desde entonces
sólo escucho el eco de su voz perdido en la bóveda de mi memoria.
lunes, 23 de noviembre de 2015
viernes, 20 de noviembre de 2015
¿Y?
¿Y?
Fue la pregunta abierta,
como una herida sangrante.
De antemano sabía que no
hallaría respuestas,
pero decidió preguntarlo todo,
de una vez por todas,
y escuchar,
de su voz,
el silencio.
jueves, 19 de noviembre de 2015
Faltaba el beso.
Cuando se siente es fácil decir
"te quiero",
yo lo siento y no me resulta
complicado.
Sé que te herí sin querer
y queriendo te envié una blanca
flor,
pura como tu alma,
para intentar borrar mi falta.
También sé que ahora es tiempo de
duda y de desamor,
y que el tiempo casi todo lo
cura.
Faltaba el beso con la flor
y por eso ahora te lo entrego.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Dando la vuelta.
Nos gusta darle la vuelta a las
cosas. No para verlas mejor, ni peor, sino para verlas desde otro punto de
vista. Y visto lo visto no hay nada más que ver ni que decir tiene.
martes, 17 de noviembre de 2015
Flores blancas,
Flores blancas de otoño,
vestidas de novia,
atraen la mirada de fotógrafos
despistados
y anuncian un invierno nevado.
Flores que te envío por el aire,
a modo de desagravio,
para limpiar mis palabras
manchadas aquella noche
desafortunada.
Colócalas en un recipiente
plateado
y riégalas con tu llanto,
y si marchitan,
como un amor oxidado,
te enviaré otras que enciendan tu
ánimo.
lunes, 16 de noviembre de 2015
Puerta giratoria.
¿Cuántas mujeres, y cuántos
hombres, quedan atrapadas en la puerta giratoria, sabiendo que sus vidas, de
puertas adentro, no tienen sentido y temerosas de salir a conquistar un futuro
incierto?
domingo, 15 de noviembre de 2015
sábado, 14 de noviembre de 2015
¡Cuidado con las sombras!
Una sombra que se arrastra. Que
huye del árbol que la proyecta. Que busca una pared para levantarse. Que la encuentra.
Que agarrándose fuertemente con sus ramas secas consigue ponerse de pie. Que ahora
ya no es sólo una sombra, sino un árbol más. Algunos pájaros vienen a posarse
en él, sin percatarse de lo imposible de su empeño. Un perro levanta la pata y
orina en el tronco, manchando la pared. Y un intrépido grafitero, atento a todo
lo que ven sus ojos, dispara un bote de pintura aerosolada, utilizando la
sombra como plantilla, y consigue transmutarla definitivamente en árbol.
¡Cuidado con las sombras!
viernes, 13 de noviembre de 2015
jueves, 12 de noviembre de 2015
La hojita.
Era cierto. El otoño las cuidaba,
hacía lo que podía para mantenerlas vivas. Las trataba mejor que nadie, las mimaba,
las quería a todas por igual. No quería perderlas, a ninguna. Eran sus amigas y
prefería verlas en el árbol a imaginarlas fundidas con él.
Y ellas le correspondían. Cada
vez que lo veían llegar se agitaban y susurraban. Todo el campo las veía y
escuchaba esos susurros, eran como canciones de amor que alegraban a todos.
Pero sí, inevitablemente el otoño
seguía haciendo su trabajo y por mucho que quisiese ver a sus hojas pegadas al
árbol, llegó ese día en el que les tocó caer. Cuando lo vieron aparecer, aunque
ya no se les notaba, se volvieron a poner coloradas. Es lo que tiene el amor!
... y cayeron, una tras otra, a su lado, encima de sus pies, las más atrevidas
se posaron un momento en su hombro, y así, una a una fueron cayendo todas.
Pero una, solo una pequeña hoja,
la más pequeña, se quedó arriba colgada del árbol. Era una hoja de las que más
desapercibida pasaba pero era la hoja que más enamorada estaba del otoño.
Durante todo el tiempo, mientras sus compañeras coqueteaban, ella se dedicaba a
pensar y sin dejar de mirarlo pensaba y pensaba la forma de mantenerse para
siempre unida al árbol para poder verlo pasar cada día. No conseguía descubrir cómo
hacerlo y cada día se sentía triste y se resignaba.
El día que todas empezaron a
caer, ella con sus ojos cerrados se resignó a su suerte. Procuro no mirar para
no ver, no moverse para no sentir, procuró no latir...
Un silencio absoluto se adueñó
del campo. Después, las pisadas de un humano, a continuación el sonido de un
rastrillo y algún llanto apagado de alguna hoja suelta y después otra vez el
silencio. La hojita se quedó helada. ¿Dónde estaba?, no se atrevía a abrir los
ojos ni tan siquiera a moverse. Pero entonces sucedió algo: escuchó su brisa y
sintió sus caricias....era él, su otoño. Abrió los ojos y allí estaba, seguía
colgada del árbol, y bailó, sin parar, el amor que sentía por su querido otoño
había obrado el milagro, permanecería en el árbol, como poco hasta la siguiente
estación en la que otras hojas volverían para hacerle sombra. Mientras tanto
ella sería la única que seguiría viéndolo y amándolo.
LR
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Hojas rojas.
El otoño seguía haciendo su
trabajo mientras, de vez en cuando, observaba cómo las hojas se ponían
coloradas al sentir su mirada. Sabía que tarde o temprano caerían rendidas a su
encanto y que en un profundo sueño se fundirían con él.
martes, 10 de noviembre de 2015
Cristales rotos.
Como un imán que atrae sin saber
bien porqué, una poderosa fuerza me detuvo delante de esa misteriosa puerta.
Por un instante pude sentir el vacío que llena un alma abandonada. El silencio,
la oscuridad, rota por la luz que se filtraba a través de otra ventana, y la
calma de la derrota inundándolo todo. Imaginar que allí dentro corrió la vida y
que ahora tan sólo unas esqueléticas arañas tejen redes para pescar su
sustento. Sentí que un cristal se me partía por dentro. El ladrido de un perro
callejero despertó mi hechizo y me devolvió al camino.
lunes, 9 de noviembre de 2015
El amante japonés.
Voy paseando sobre una alfombra
de hojas, unas secas, otras tiernas, otras ni una cosa ni la otra y las dos
cosas a la vez. Camino y pienso, y siento. Noto el aire fresco que me da en la
cara. Se está levantando viento, parece que va a llover. Las hojas empiezan a
revolotear a mi alrededor. Se mueven cada vez más rápido y alguna que otra sube
a mis zapatos. Las piso y es cierto que unas cuantas crujen. Me paro a
mirarlas. Si me fijo bien puedo leer lo que hay escrito en ellas, historias del
pasado. Éstas son hojas nuevas, pero da igual, cada año se repiten y nos hacen
rememorar aquello que ya pasó.Recojo una del suelo, la más
bonita, todavía no está seca del todo, pero casi. La voy a poner entre las
páginas del libro que me estoy leyendo ahora: "el amante japonés", me
servirá de marcapáginas hasta que se seque y se rompa, y mientras tanto, cada
vez que abra mi libro y vea la hoja, lo recordaré, a él, a ese amigo que me
susurra al oído lo que quiero escuchar: palabras, frases, historias y
sentimientos , a ese amigo que escribe para mí alguna que otra vez, a él, que
me acompaña en las buenas y sobre todo en las malas. Me recordará las veces que
está a mi lado sin estar y las que está estando, pero sobre todo me hará soñar,
soñar y desear que llegue el día en el que una de esas hojas entre por mi
ventana, me acaricie suavemente la cara y me susurre al oído lo mucho que me
ama.
LR
domingo, 8 de noviembre de 2015
sábado, 7 de noviembre de 2015
viernes, 6 de noviembre de 2015
Hojas crujientes.
Hojas crujientes alfombran mi
camino. Hojas que llevan escritas palabras sentidas y que al pisarlas lloran.
Hojas que cuentan historias pasadas, de otros lluviosos otoños. Hojas que a mi
paso se las lleva el viento y van a parar a tu ventana. Hojas que llaman para
que les abras. Hojas que entran y acarician tu cara. Hojas que susurran a tu
oído lo que me pasa. Hojas, tristes hojas de otoño te aman.
jueves, 5 de noviembre de 2015
Flash.
Y cuando menos te lo esperas, a
contraluz, el Sol, o el amor, dispara su potente flash deslumbrando tu camino.
miércoles, 4 de noviembre de 2015
Cuesta arriba
Giramos la cámara, de la misma
manera que hacemos con nuestros pensamientos negativos, y el camino se nos pone
cuesta arriba.
martes, 3 de noviembre de 2015
Ruinas.
Incluso aquello que nos parece
una ruina también tiene su encanto, el encanto de una vida desgastada por el
abandono y el paso del tiempo.
lunes, 2 de noviembre de 2015
domingo, 1 de noviembre de 2015
Pasos en falso.
Antes de dar un paso en falso,
que comprometa tu vida, comprueba que el terreno que pisas soporta tu
imprudencia. Si es así echa a andar sin miedo, y si no lo es atente a la
consecuencia.
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