jueves, 31 de diciembre de 2015

¡Feliz Mudanza!


Abandonamos 2015. Vacía queda la habitación y repleta nuestra memoria de los momentos que hemos vivido. Momentos de amor, amistad, paz, belleza... Los que no merecían ser recordados vuelan ya lejos de nuestras mentes. Ligeros de equipaje, 2016 nos espera a la vuelta de unas campanadas que anunciarán un nuevo tiempo. Tiempo que habrá que habitar con la ilusión de quien estrena una libreta en blanco y 366 páginas por escribir, día a día.
¡Feliz mudanza!

miércoles, 30 de diciembre de 2015

He visto.


He visto a tu sombra descolgarse de ti e iniciar una nueva vida, libre, sin nadie que la proyecte.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Valla.


Valla por delante y un terreno inaccesible; sin embargo a la niebla, como al alma, no hay quien la detenga.

viernes, 25 de diciembre de 2015

miércoles, 23 de diciembre de 2015

martes, 22 de diciembre de 2015

Mar de dudas.


Entre tu orilla y la mía un mar de dudas se extiende, y aunque no se entiende que, aun estando tan cerca y a la vista el uno del otro, y de todos, todavía se mantenga en calma y no se agiten las almas. He de decir, en nuestra descarga, que nuestros sueños se reúnen ahí, cada mañana, y navegan juntos en la cercana distancia.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Tornaboda.


Si te casas con un hombre sin cabeza: ¡qué puedes esperar de él!             

domingo, 20 de diciembre de 2015

Desechos.


No me juzgues por mis hechos, júzgame por los desechos que arrastro, y si encuentras el rastro de mi delito tu pena será mi más triste condena.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Pentagrama.


Leo tus huellas en la arena, como música escrita en un pentagrama, y no sé interpretar si vas, si vienes o si por fin has volado para siempre, tendré que mirar también al cielo.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Reajustes.


Por motivos coyunturales estamos reajustándonos el uno al otro, disculpen las molestias.

jueves, 17 de diciembre de 2015

miércoles, 16 de diciembre de 2015

"Gaviola"


Subida en la antena de mi barco, a modo de veleta, me orienta. Fiel gaviota, compañera de navegaciones, se adentra volando en la mar y marca el rumbo a seguir intentando evitar el inevitable naufragio. Sé que sin ella no sería nadie, ni nada, y que con ella a mi lado lo soy todo. Todo o nada es mi apuesta, dispuesto siempre a perderlo todo sin ganar apenas nada.

martes, 15 de diciembre de 2015

El soldado de piedra.


A la puerta de su castillo montaba guardia mañana y noche, atento siempre a los sentimientos de la Reina que lo habitaba.

lunes, 14 de diciembre de 2015

domingo, 13 de diciembre de 2015

sábado, 12 de diciembre de 2015

El Sol.


No vemos el sol pero sabemos que está ahí. El amor tampoco lo vemos pero lo sentimos sin saber a ciencia incierta dónde está.

viernes, 11 de diciembre de 2015

La casa de las palmeras.


Ver la vida en todos los rincones, buscarla en cualquier reflejo, sentirla, compartir un instante de belleza, dejar huella de nuestro paso pero sin pisar nada, sin alterar el equilibrio.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Triángulos.


Triángulos de mar, tierra y cielo, leídos en la palma de tu mano, predicen nuestro destino.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

El hombre del hierro.


Y a la misma vez que tú estabas mirando al mar y despertando de ese largo y profundo sueño, según nos cuentas, yo pasaba por allí pescando imágenes junto al mar para luego secarlas al sol. Y te vi, o mejor dicho, vi tu estilizada silueta recortada a contraluz y no me quedó más remedio que fotografiarte mientras meditabas. Pero no bastó con esa foto y quise conocerte mejor. Por eso avancé unos pasos y me antepuse delante de tu esqueleto metálico y dándole mi espalda al sol. Pude comprobar que, en efecto, mirabas al mar. Que llevabas tu mano de hierro a la frente para hacer de visera con ella y evitar el deslumbramiento. Porque, a pesar de ser ya diciembre, la mañana era radiante y luminosa. El mar, la mar, estaba tranquila y de un color azul mediterráneo. Olas no había ninguna, salvo las olitas propias de un mar en calma. Me quedé observándote un buen rato intentando leer tu gesto e interpretar tu postura. No imaginé lo que en esos momentos pasaba por tu cabeza y ayer pude leerlo aquí, sin ir más lejos. Y no me sorprendió que alguien que lleva plantado en el mismo sitio, sin moverse, vigilando la mar día y noche, cuente lo que tú cuentas desde lo más profundo de tu oxidado corazón. Y otra foto, ésta foto, captó ese momento, nuestro hiperrealista momento.

martes, 8 de diciembre de 2015

Inmaculada.

Inmaculada naciste y la vida te fue manchando poco a poco. Primero fue la blanca mantilla de cristianar, mojada por gotas de agua bendita y lágrimas de un llanto frío, en tu bautizo. El chocolate caliente dejó huellas imborrables en aquel vestido de comunión, tras la infantil fiesta. Camino del altar, tu disfraz de novia enamorada barrió el pasillo central de la iglesia y acabó ajado después de una interminable celebración. La sangre de las urgencias tiñó de rojo, en incontables ocasiones, tu traje de faena. Y al final de tus días una triste sábana blanca, manchada de muerte, cubrió para siempre tu cuerpo. Pero mereció la pena vivir y perder la blancura de la inocencia en el camino.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Mirando al mar.


Mirando al mar desperté de un largo sueño. No era un mar rojo, teñido de sangre, ni un oscuro mar gris, casi negro. Tampoco se trataba de un mar muerto, aunque los peces no se atrevieran a nadarlo. Era un profundo mar interior, un océano de dudas sin sentido el que por fin ahogó mi sueño y me arrojó a la orilla de la realidad, de esta terrible hiperrealidad que ahora me ciega impidiéndome ver más allá de las olas.

domingo, 6 de diciembre de 2015

viernes, 4 de diciembre de 2015

La ventana gris.


Tanto tiempo mirando la vida pasar a través de ella y ahora es ella el gris de nuestras miradas.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Pacífica guerra.


Conquistamos castillos deshabitados empleando tan sólo la fuerza de la imagen y la seducción de la palabra, esa es nuestra pacífica guerra.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

martes, 1 de diciembre de 2015

Tiempo oxidado.


El tiempo todo lo oxida, pero el recuerdo de los bellos momentos, además de unirnos, permanece inalterado.