jueves, 16 de junio de 2016

La aceitera común.


Cualquier día, sin darnos cuenta, podemos amanecer metamorfoseados, como le ocurrió a Gregor Samsa, en otro ser, y a partir de ese momento ya no volveremos a ser los mismos sino rehenes atrapados en otro cuerpo, en otra vida.

Cualquier día, sin darnos cuenta, podemos amanecer enamorados, como le ocurrió a aquella inquieta mujer, y a partir de ese momento ya no volveremos a ser los mismos sino rehenes atrapados a otro cuerpo, a otra vida.

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