Como ríos de piedra bajan tus
recuerdos por la ladera arrasando todo lo que encuentran a su paso. Un lago
pétreo y profundo, innavegable, inunda el valle. Allí lanzo mi anzuelo
desconfiado y sin esperanza. A veces logro rescatar algún recuerdo alegre que,
al sacarlo, salta todavía muy vivo en la orilla. Pero son más los que quedan
sumergidos para siempre en mi memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario