“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
Manos que sujetan
Manos que acarician
Manos que apoyan
Manos que exploran
Manos que hablan
Manos que sienten
Manos que gritan
Manos que lloran
Manos que bailan
Manos que abrazan
Manos que dan la mano.
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