martes, 17 de noviembre de 2009

Cae el Sol.



Cae el Sol en el horizonte,
Las recias nubes lejanas, profundas,
Se bañan en los últimos
Destellos anaranjados.

La tarde se marcha en el infinito,
De mano del Sol que la acompaña.
El tiempo en ese instante se detiene,
Reposa, se recrea entusiasmado
En tan fabuloso espectáculo.

Con ellos van mis sentimientos,
Mis deseos perdidos, inquietos,
Mi mundo lejano, distante …
Aquellos amargos recuerdos, hirientes.

Se va la tarde en el horizonte,
Cae el Sol cansado, débil …
Con la incertidumbre de mañana
Y la tristeza del presente,
Cae el Sol en el horizonte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En otro lugar, sin duda, es donde se producen los ocasos. Pero hasta desde este sexto piso sobre la ciudad se puede pensar en el infinito. Un infinito con almacenes abajo, es cierto, pero con estrellas al final… Es lo que pienso, en este acabarse de la tarde, junto a la ventana alta, con la insatisfacción del burgués que no soy y con la tristeza del poeta que nunca podré ser.

Fernando Pessoa