domingo, 6 de diciembre de 2009

A gran altura.





Ideas fugaces que corretean
por el interminable sendero de la mente
hacia un final oscuro, incierto.

Imágenes de todos los tiempos,
de todo lo imaginable,
lo fantástico, lo tenue;
imágenes rápidas que no recuerdo,
que no comprendo, y a veces ...
que no siento.

Palabras sin sentido,
cadenas de vocablos vacíos,
enlaces tercos, fríos,
palabras de palabras,
frases, tan sólo frases.

Sentimientos variables
de momentos extraños,
de ocasiones concretas.

Corto es el largo camino de la vida,
vieja la hora de la muerte,
de la vida, de la nada...
de la existencia intrascendente,
de los momentos simples.

Y tan sólo una esperanza,
una meta, un fin,
un vacío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y, así, muchas veces, escribo sin querer pensar, en un devaneo exterior, dejando que las palabras me hagan fiestas... Son frases sin sentido, que corren mórbidas, con una fluidez casi de agua sentida... Así las ideas, las imágenes, trémulas de expresión, pasan por mí en cortejos sonoros de sedas esfumadas, donde una claridad lunar de idea oscila, batida y confusa.
Bernardo Soares.