Quise escribirte una carta con
renglones torcidos y letras vacías para que tú, al leerla, enderezaras las
líneas y llenaras de certezas mis dudas. Quise, sabiéndolo todo, no decirte
nada, callar como callan las olas cuando el mar está en calma. Quise saber por
qué lo hiciste sabiendo de antemano el daño que me infligías. Quise, ¡cuánto te
quise!, antes de escribirte mi última carta.
1 comentario:
Quise, ¡cuánto te quise!, antes de escribirte mi última carta.
Duele hablar de un pasado
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