sábado, 31 de diciembre de 2011

En resumidas cuentas.


Comenzó el año, como casi todos, el primer segundo del día uno de enero de 2011 y termina ahora, el último segundo del día treinta y uno de diciembre. En estos 31.536.000 segundos, que hemos vivido juntos como un suspiro: suspirando, sacamos a la luz, desde la profundidad de las tinieblas de nuestro personaje: "El Chema y él", 223 entradas o publicaciones en formato de breves relatos, poesías y otras formas de expresión incalificables, donde nos ha ido narrando, casi día a día, sus inquietudes, desesperanzas, emociones, conmociones, alegrías, ilusiones ópticas, reflejadas en fotografías, y sentimientos en general que hemos transcrito, sin quitar, modificar o añadir nada, en este sitio virtual, tan aparente y no real como él mismo.

No sabemos que le deparará en 2012 pero deseamos, como también lo hacemos contigo que ahora nos lees, lo mejor para él, lo mejor para ti. Estaremos atentos al acontecer de cada día dispuestos a seguir sus navegaciones y divagaciones para dejar constancia escrita y trasmitir sus mensajes, a veces cifrados y teledirigidos, a quienes quieran escucharle.

Gracias por tu interés, tan entrañable como el nuestro.

Los autores.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Soy tú.


Soy tú cuando me miras a los ojos,
pierdo el control de mi cuerpo
y me dejo llevar, ciego,
por la luz de tu mirada.

Soy tú cuando me hablas al oído,
encantado quedo con tu dulce voz,
de misteriosa sirena transoceánica,
que ensordece mi razón.

Soy tú cuando me abrazas,
me fundo en ti al instante,
muero en tus cálidos brazos
y contigo me confundo.

Soy tú y no soy nada: sólo tú.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

domingo, 25 de diciembre de 2011

En el aire.


Dejamos volar nuestra imaginación libremente, sin ataduras, sujetando únicamente nuestra razón, la poca que nos queda, con finos hilos de seda que nos impidan caer al vacío del ridículo.

Y nos arriesgamos, y arriesgamos el sentido común propio y el de quienes nos observan, con los pies en el suelo, esperando algún día nuestro aterrizaje forzoso.

Imaginamos lo que sentimos y, a veces, también sentimos lo que imaginamos: cuando obtenemos respuestas afirmativas que hacen posibles y reales nuestros sueños.

A punto de caer aspiramos tu cálido aire que nos eleva, otra vez, a lo más alto del cielo en busca de la inspiración que nos mantiene con vida.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Querida sombra.

Querida sombra esmeralda, hoy hace un año que nos conocimos. ¿Recuerdas aquella fría noche de calles vacías y hogares rebosantes de gentes celebrando la nochebuena con alegría? Vagaba a la deriva por la ciudad, pues no soy muy dado a celebraciones, y al verte de lejos no pude resistir la tentación de conocerte, subí al balcón para admirar de cerca tu encanto. Desde entonces todas las noches, salvo aquellas que por motivos de viaje de mi dueño no pude hacerlo, he venido a visitarte.

Tú permaneces estática y como ausente mirando hacia otro lado, indiferente, mientras yo te observo con cariño y esperanza de escuchar, alguna noche, tu voz, que espero sea tan suave y atrayente como tu color y tu silueta.

No creas que me canso de venir noche tras noche a hacerte compañía. Hoy, como recuerdo de nuestro primer aniversario, te traigo estas flores que dejo a tus pies, confiando en que no se congelen y despierten en ti algún oculto sentimiento, no importa si es de cansancio o aturdimiento por mi reiterada actitud.

Tengo ya que marcharme, pues esta noche debo atender a las sombras de mi familia, pero mañana, de nuevo, volveré a visitarte con la misma gran ilusión de todas las noches. Hasta mañana.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Trópico de Capricornio.

No es un árbol, tampoco son esferas rojas brillantes. Son ramas de árbol adornadas con efectos ópticos producidos por los últimos rayos solares del ocaso, una tarde de otoño.

No es, por tanto, un árbol de navidad propiamente dicho, pero con nuestra imaginación, la imaginación que nos envuelve en estas fechas marcadas, podemos percibirlo y sentirlo como tal.

Porque la Navidad, como antes lo fue la celebración pagana del solsticio de invierno, es un periodo mágico, de renovación de compromisos, de cambio, de ilusiones, de fantasía, de cariño y de solidaridad que celebramos con alegría e imaginación, mucha imaginación.

Yo imagino, ahora, en este momento, un mundo mejor, un futuro mundo mejor, más justo, más humano, menos técnico y más sentimental, y te imagino a ti feliz contemplando este árbol que, no siendo un árbol de navidad, así lo parece.

¿Te imaginas?

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Confusión.


Confundo el amanecer con el ocaso, acostándome de madrugada.
Confundo los azules del mar con los del cielo, y en las nubes me baño.
Confundo el sentido de las aguas del río, buscando el mar en la montaña me extravío.
Confundo la derecha con la izquierda y por eso nunca voto.
Confundo arriba con abajo, cuando subo es que bajo.
Confundo tu mirada con la mía, si me miro en el espejo.
Confundo la puerta de mi casa, entro en la tuya y en tu cama.
Confundo las palabras, digo: “quiero té” queriendo decir: “te quiero”.

Estoy tan confundido que ya no sé quién soy ni soy quien pienso.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Noticias tuyas.


En ocasiones, por prejuicios o malentendidos, interpretamos, creemos o pensamos que la otra persona, no cualquier persona sino aquella persona que realmente nos importa, porque la conocemos desde hace mucho tiempo, o incluso desde hace tan sólo unos segundos pero que ya ha dejado su huella en nuestro camino, ha perdido su interés por nosotros. Cesa así la comunicación, la comunicación verbal, escrita, pues la comunicación que nos mantiene unidos a través del recuerdo, del tiempo, de la memoria, de momentos vividos, difícilmente desaparece.
Si somos capaces de recordar con agrado lugares concretos y personas que tan sólo hemos visto un par de veces en nuestra vida, cómo vamos a olvidarnos de quienes han compartido con nosotros escenarios e historias comunes.
Es por ello que nos alegramos, sinceramente, al restablecer el diálogo, de volver a contactar con la otra persona y conocer de sus vientos favorables,  solidarizándonos con los pequeños o grandes naufragios que le acontecen.
Como navegantes en continuo ir y venir abandonamos puertos con destino a otros, y en el ajetreo de la carga y la descarga no encontramos el momento oportuno para comunicarnos, tiene que ser en alta mar, en los momentos de calma, cuando conectemos la radio para retomar el contacto.
Nos alegra saber de ti y recibir noticias tuyas.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Tus palabras.


Tus mejores palabras no son las que pronuncias, sino aquellas que callas.
Palabras que intento leer mirándote a los ojos e interpretar como si de una partitura se tratara.
Palabras con corazón, con ritmo, con alma.
Palabras separadas por largos silencios e intensas y fugaces miradas.
Palabras que callan pero dicen todo de ti y de lo que sientes.
Palabras llenas de dudas y escasas respuestas.
Palabras soñadas libremente cualquier noche, cualquier día.
Palabras que charlan con las mías, sin darnos cuenta.
Tus mejores palabras son las que callas, pero me conformo con escuchar aquellas que hablas.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Recuerdo.


Recuerdo tu rostro, tus gestos amables, tu pícara sonrisa, el aire de tu presencia. Recuerdo tu voz cariñosa, la negra melena negra y tu cuerpo de sirena en pantalones vaqueros. Tantos recuerdos, después de tanto tiempo, que permanecen todavía inalterables en mi memoria, como si fuera ayer la última vez que nos vimos. Pero han pasado los años, tantos años, y todo ha cambiado, tu vida, mi vida, tu mundo, mi mundo, ya nada es igual ni puede serlo, pero el recuerdo, tu recuerdo, continúa grabado en mi historia, en la biografía de mi vida, en un lugar preferente, destacado, dando sentido a todo lo vivido antes y ahora, en otros rostros, en otros recuerdos.
Recuerdo, te recuerdo, y noto tu presencia a mi lado sonriendo atónita mientras lees las palabras que escribo en esta fría noche de luna llena, en silencio, sin decir nada, pues ya está todo dicho, sin necesidad de comunicarnos a través del tiempo, me basta con el recuerdo para reconstruir este feliz momento.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Negra sombra.


Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.

Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.

Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.

En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.

******************************
Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
a los pies de mis cabezales,
tornas haciéndome mofa.

Cuando imagino que te has ido,
en el mismo sol te me muestras,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que zumba.

Si cantan, eres tú que cantas,
si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.

En todo estás y tú eres todo,
para mí y en mi misma moras,
ni me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.

Rosalía de Castro
(Follas Novas, 1880)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Contracorriente.


A contracorriente fluimos en sentido contrario al devenir de la vida. Nadamos a contracorriente, enfrentándonos a las olas de los mares sociales. A contracorriente de tópicos, de verdades absolutas, de clichés trasnochados. En contra de la opinión general y del sentido mayoritario, a favor del sentido común y de nuestra particular opinión. Porque dudamos de casi todo, incluso de nuestras propias dudas. Porque si no vemos no creemos, tampoco cuando nos ciega la luz de la razón. Porque disfrutamos yendo, cuando los demás vuelven, y regresando antes de que parta la manada. Sólo nos dejamos llevar por la corriente de nuestra intuición, del inconsciente, de nuestro presentimiento y de los sentimientos que brotan a flor de piel, guiados por una melodía que nos atrapa, por aromas y perfumes envolventes, por la hipnotizante mirada de brillantes ojos miopes, a contracorriente.

martes, 13 de diciembre de 2011

Sobrevolando juntos.



Felices marionetas movidas por el viento de otoño al final de la tarde. Colgados de una lona, suspendidos en el aire, volando rodeados de aves que nos acompañan en nuestro viaje al encuentro con el ocaso. Sentimos el viento en la espalda meciéndonos suavemente en este columpio elevado. Contemplamos, ahí abajo, sólo unos metros debajo de nosotros, la ciudad de Córdoba. Sobrevolamos el Guadalquivir y giramos lentamente encima del puente romano observando a turistas que nos fotografían y saludan con simpatía y un poco de envidia. Azules claros que se mezclan con los primeros amarillos del atardecer esperando tornar a rojo fuego en el último momento. Yo, como siempre, detrás de ti, sigo tus evoluciones aéreas y te sigo a prudente distancia para no enredar nuestras cuerdas evitando el desastre. Nos comunicamos por medio de la radio de nuestros cascos y expresamos sentimientos de libertad y amor a la naturaleza, al arte, a la literatura, a la vida, a las emociones y a nosotros mismos, con recíproca correspondencia.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Libera tus piernas.


¿Quién ató tus piernas e impide que camines?
¿Acaso no eres tú quien paraliza tu cuerpo?
¿Vas a permanecer largo tiempo inmóvil?

Si fue alguien, rebélate, lucha y pide ayuda.
Si fuiste tú la autora del amarre, rompe tus ataduras.
¡Levántate y vuelve a danzar de nuevo, sin miedo!


Cuadro: "Sin título"
Autora: Blanca Frías

sábado, 10 de diciembre de 2011

Sirenas del Guadalquivir.


Sirenas multicolores en el barrio judío siguen mis pasos, cruzamos el puente romano, me seducen y nos dejamos llevar a orillas del Guadalquivir.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Farolas.


Soñamos ser planetas, satélites o estrellas, girando alrededor de un gran eje, expandiéndonos juntas en el infinito espacio del universo huyendo de agujeros negros.

Mas sabemos que somos farolas ancladas a la tierra mediante estilizados tubos metálicos; que carecemos de luz propia aunque brillemos en la oscuridad de la noche; que impactan en nuestra esfera meteoritos lanzados por manos gamberras; que se posan en nosotras astronautas alados.

Sabemos todo eso y lo que las bombillas ven a diario debajo de nuestras cabezas. Contemplamos la línea de horizonte, las nubes, la lluvia y las tormentas. Admiramos las noches de luna llena y soñamos, por qué no, ser algún día planetas, satélites o estrellas.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Llámame.


Llámame oculta en el frío silencio,
llámame en la distancia del tiempo,
a través del viento y las nubes, llámame.

Llámame cuando no pienses,
cuando estés dormida, llámame,
llámame aunque no responda.

Llámame, pronuncia mi nombre
o cualquier otro, pero llámame.

Llámame después del llanto
y antes de tu risa, llámame.

Llámame si necesitas mi escucha
y si deseas hablarme, llámame.

Llámame nunca: ni ayer ni mañana,
mas si al fin decides llamarme:
llámame ahora y siempre.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Flexible.


Si entrenamos nuestro cuerpo realizando ejercicios de estiramiento y flexibilidad para mantener el tono muscular y la forma física, por qué nos cuesta tanto practicar esa filosofía de vida sana con nuestra razón y con nuestros sentimientos.

Requerimos disciplina para ejercitarnos todos los días de la semana. Evitaremos aferrarnos a verdades eternas, a tópicos manidos, intentando comprender que cada instante, cada situación y cada una de las personas que están aquí, a nuestro lado, son diferentes, distintas y en constante evolución, por tanto nuestra respuesta no puede ser la misma a cada momento.

Adaptemos nuestro discurso, nuestra capacidad de comprensión, los gestos de nuestra cara y las palabras que dejamos nacer de la garganta a los oídos, la inteligencia y el estado anímico de nuestro interlocutor.

Seamos flexibles: como el agua que se adapta a todas las formas y continentes, como el viento que rodea y sobrepasa las montañas, como la música expresando emociones, como la sonrisa que modela nuestro ánimo.

martes, 6 de diciembre de 2011

Disyuntiva.


La vida es una constante disyuntiva que nos induce a optar por una alternativa: podemos quedarnos varados, seguir de frente, retroceder, girar a derecha o izquierda, bajar, subir, ocultarnos ... pero todas ellas son "vida" y no deberíamos despreciarlas, lástima que sólo podamos elegir algunas. Continúa eligiendo, viviendo.

La sombra de tu abrazo.


Esta es Luna, la sombra de Alicia, la vecina de al lado, abrazada a Tempo, la sombra de Luis, el marido de Alicia.

Cada vez que observo la escena, normalmente desde mi ventana, se me revuelven los claroscuros porque, además de que estoy enamorado de Luna, sé que ella detesta la compañía del impresentable de Tempo. Si os dais cuenta Luna finje el abrazo y aprovecha para pisarle el pié derecho a Tempo.

Perdonad, pero no me he presentado, yo soy Oscuro, la sombra de "El Chema y él", bueno, una de sus sombras pues como es un personaje polifacético también anda con varias a la vez (sombras).

Tempo es una mala sombra, y aunque su dueño Luis es una excelente persona, siempre está enredando con las sombras de los amigos y vecinos. Se entromete en nuestras vidas, difunde falsos rumores de nosotros, se burla de las sombras ancianas, enfada a las de las niñas, patea las sombras de los perros y, si puede, abusa de alguna sombra femenina despistada.

En algunas ocasiones, cuando mi dueño está absorto en desventuras de ensueño, bajo corriendo a la calle y, eclipsando a Tempo, me abrazo fuertemente a Luna que me recibe con los grises abiertos. En esos grandes momentos somos una única y espléndida sombra que desprende la luz del amor verdadero asombrando a propios y extraños porque, cuando Luis y Alicia ya están separados, nosotros continuamos abrazados algunos instantes más.

Ya veis que las sombras tenemos vida propia y que nuestro mundo es tan fantástico como el de la luz, por tanto cuidad de vuestras sombras para que os sigan con cariño y fidelidad a todas partes y os protejan de necias sombras indeseables.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Asombroso.


Aguardo a mi dueño en la puerta de la casa de su amante. Su discreción me impide, en misteriosas citas, ser testigo de sus actos. Comprendo que no quiera compartir conmigo ciertos asuntos de índole sentimental pues a mí me ocurre lo mismo. Algunas noches, cuando duerme, aprovecho para abandonarle y reunirme con Luna, la sombra de Alicia, la vecina de al lado. Escapamos por las rendijas de los bajos de las puertas y bajamos a la calle en ascensor. Paseamos cogidos de la mano, libres de los hilos que manejan nuestros dueños. Recorremos las calles vacías y nos abrazamos sentados en los bancos de los jardines municipales. En las noches de botellón bailamos y bebemos alegremente con los jóvenes del barrio que piensan que somos fruto de su etílica imaginación. A punto de amanecer regresamos corriendo a casa dispuestos a acompañar a nuestros amos en su dulce despertar, bien es cierto que esos días nos cuesta más esfuerzo seguirles a corta distancia.
Espero que hoy no tarde más de lo acostumbrado, o que alguna sombra perdida o sin dueña acompañe cariñosamente mi espera.

domingo, 4 de diciembre de 2011

El cuento de Sirena.

"... se veía enseguida que estaba enamorada de él. ¿Enamorada? Bueno, llámalo así si quieres, porque ahorra explicaciones. Pero no de mí, de mi ser real, de este que te habla ahora mismo con sinceridad, sino de ese que ella se inventó y con el que sueña: lo acostumbrado. Y como ése, el que le interesa, es al mismo tiempo el que conoce, quien está diariamente a su lado permanece tan desconocido para ella como si no lo hubiera visto nunca."

Gonzalo Torrente Ballester.

sábado, 3 de diciembre de 2011

De este a oeste.

"Si quieres conocer el final debes llegar hasta él"

Después de compartir una jarra de agua anaranjada, que hace honor a la ciudad de partida, zarpamos una tarde de otoño desde el puerto de Valencia en el viejo y destartalado carguero que arrastra lentamente nuestras vidas intentando regresar a La Coruña.

Travesía recurrente en ambos sentidos a lo largo de la historia de nuestro viejo barco.

Tal vez sea este el último y definitivo viaje de regreso, cansados de tanto ir y venir entre suaves olas del Mediterráneo y asesinas olas de la Costa de la Muerte, sin descanso.

Abandonamos la luz, el color, el brillo y la jovialidad de levante destino a la bruma, la brisa, los claroscuros ceniza y la saudade de poniente.
Nos despiden en Valencia con una estruendosa mascletá que llena de olor a pólvora nuestros pulmones y nubla la vista el picor del humo azulado que desprende. Fuegos artificiales a la entrada de la noche a modo de faro multicolor que marca el punto de inflexión de nuestras vidas.

Tranquila singladura hasta el estrecho de Gibraltar que separa, a modo de aduana, dos mares tan opuestos como impresionantes, con alegres sirenas doradas en el este y mágicas sirenas plateadas del oeste.
Amigas gaviotas nos acompañan y no dejan de cantar misteriosas melodías portuarias, flanqueados por juguetones golfiños portugueses.

Bajo una fina y persistente lluvia contemplamos majestuosa la Torre de Hércules señalando próximo nuestro destino.
Entramos en el puerto haciendo sonar la melancólica sirena evitando chocar con otros barcos que se mueven en la espesa niebla.
Por fin atracamos en el muelle de Santa Lucía, lanzamos amarras y saltamos a tierra gallega camino de la calle de los vinos dispuestos a saborear una tazas de ribeiro, con pulpo a feira, para celebrar el regreso a nuestros orígenes.

"Tan sólo nos queda esperar la llegada del final para conocerlo"

jueves, 1 de diciembre de 2011

Noche de niebla.


Noche que estrena diciembre. Noche húmeda de niebla envolviendo la ciudad. Tranquila noche de otoño sin viento ni lluvia; cinco frescos grados de temperatura despejan mi cansancio y mi sueño.

Sé que esta noche no voy a morir, pero deseo morir en una noche como esta. Una noche sin ruidos, en calma, de fresca niebla que refresca mi rostro y de tenues tinieblas arropando mi alma cerca del mar.

Tal vez, seguro, que en esa última noche de mi vida, y primera de mi muerte, no pueda expresar, por falta de tiempo, de lucidez, por culpa de un accidente, de una vejez paralizante o de cualquier otra circunstancia adversa, mis sentimientos. Por eso ahora, en este nocturno momento, cuando todavía estoy vivo y soy consciente de mis actos, quiero decirte que te quiero, que os quiero. Y quiero pedirte, pediros, perdón por aquellas palabras malnacidas de mi garganta que te ofendieron; perdón por aquellos actos impropios de un ser casi humano; perdón por lo que puede hacer por ti y no hice. No tengo palabras ni sentimientos que reprochen nada. Cicatrizaron todas mis heridas, comprendo tus actos y tus sentimientos, aunque no me perdono no haberte querido también entonces, cuando creció la distancia.

Sé que esta noche no voy a morir porque quizá ya esté muerto y estas palabras sean fruto de la energía virtual de mi imaginación tecleando las letras blancas del ordenador. En todo caso, si estoy vivo, muerto, o ni vivo ni muerto, reitero que te quiero, que os quiero, y quiero que lo sepas en esta apacible noche de niebla.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Te quiero mucho.














"A los hombres que amaban a las mujeres"

Te quiero mucho,
siempre te he querido
y ahora me tratas así.

Te trato como mereces,
nunca te he querido
y ahora no quiero nada de ti.

No puedes hacerme esto,
voy a salir loco,
mi vida no tiene sentido sin ti.

Puedo y debo hacerlo,
tu vida no me interesa,
pero la mía sí.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Viaje de ida y vuelta.


Voy, regreso a mi pasado.
Llego y no me encuentro, ya no existe.
Pregunto a conocidos y no me reconocen ni saben de él, de mí.
¿Han pasado tantos años?
¿Hemos cambiado tanto?
Vuelvo, sin historia, sin memoria, sin dejar rastro ni huella.
Sólo quedan dos caminos: el ahora y el después.
Nada atrás, todo por delante.
Conforme avanzo acorto la llegada.
No puedo detenerme, entretenerme mirando al abismo.
Veo el destino, bajo una gran nube flotando en el mar.
Ya casi llego a puerto, el barco me espera.
Unas millas mar adentro y nada más.
Al fin llego y me hundo, por fin.
¡Un último suspiro que me despierte!
¿O no es un sueño?

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Valiente no, temerario.


Deja de temer, no te conformes con ser valiente y osado, hazte temerario.

La diferencia entre la vulgaridad y la genialidad, entre la esclavitud y la libertad radica en saltarse el guión, ese absurdo, opresivo y triste guión que alguien, amparado en el poder del miedo al cambio y sus consecuencias, ha escrito para nosotros, para todos nosotros, y que no estamos dispuestos a seguir, plantamos batalla.

Nos rebelamos contra el autor de esta tragicomedia prestos a escapar de sus palabras para expresar las nuestras, a nuestra manera. Tomamos las riendas de nuestro destino es este gran teatro abarrotado de gentes ancladas en cómodas o rudas butacas con actitud pasiva. Les animamos a que suban al escenario, se despojen del disfraz que les atenaza, destruyan los decorados de cartón piedra, quemen los guiones, abandonen la sala en llamas, tomen la calle y se apoderen de la belleza que nos rodea, robada y oculta en las cajas fuertes de las normas establecidas para beneficio de quienes las imponen.

Deja de temer, no te conformes con ser valiente y osado, hazte temerario.

La fila de patos.

En una fila de patos asustados por una amenaza cierta, sospechada o imaginada, la dirección, sentido y urgencia de la huida la impone el pato más próximo al peligro, el último de la fila.

¿Quién lidera nuestra nuestra huida y hacia dónde?

sábado, 19 de noviembre de 2011

Algo más que sueños.

Soñando somos verdaderamente libres. Libres para vivir otra realidad diferente, más auténtica, más nuestra, sin miedo a las consecuencias y repercusiones de nuestros actos.
Soñando tenemos la capacidad de vivir lo que el inconsciente y el instinto quieren o necesitan, incluso morimos soñando y regresamos, resucitando para la vida real y para otros futuros sueños.
Los sueños nos pertenecen, somos sus dueños, nadie puede interferir en ellos salvo que hayan sido invitados o se presenten inesperadamente permitiéndoles soñar junto a nosotros.
Los sueños son fenómenos de realidad aumentada. Añadimos información, entornos físicos y sentimentales, personas, situaciones y otros componentes virtuales a nuestra historia para crear una realidad mixta en tiempo real, sin necesidad de ningún dispositivo tecnológico externo.
En nuestros sueños no hay censura, ni lógica, ni normas, aprovechamos que la conciencia anda dormida para dar rienda suelta a la imaginación, a los deseos y a los sentimientos, verdaderos motores de nuestras vidas. Despertamos para alimentar aquella otra realidad que nos permita seguir soñando.

La pasada noche he soñado, soñado contigo. Regresabas a la cafetería a media mañana porque habías olvidado algo debajo de la mesa. No eran los paraguas que ya antes, al comienzo del sueño, marcharon contigo dispuesta a cumplir con tu obligación de madre. Mis contertulios, conocidos tuyos, han buscado sin encontrar nada. Yo, en cambio, he encontrado los auriculares de tu teléfono y te los he entregado. No recuerdo nada más, salvo el roce de nuestras manos. Ahora, ya despierto, sueño el chispazo en las manos fruto de la electricidad estática que generan nuestros cuerpos magnetizados y añado, al sueño, la canción que suena por "arte de magia", de tu magia, en los auriculares desconectados:

viernes, 18 de noviembre de 2011

Sempre en Galiza.


"Para nosotros la patria es un sentimiento natural, inspirado en realidades sensibles a los cinco sentidos. La patria es la Tierra. La Tierra que nos dio el ser y que nos recogerá en la muerte como semilla de nuevas criaturas. La Tierra que cría flores en los campos para regalo de los ojos y árboles para que canten los pájaros, donde encontramos sombra fresca en verano y cálido cobijo en el invierno, donde sufrimos las inquietudes de las siembras y gozamos la alegría de las cosechas, donde el vendaval brama en las ramas de los robles y silba en las cuerdas de los barcos; donde canta el viento en los pinares, donde rompen las olas en los acantilados de la costa y rugen en los arenales; donde por primera vez vemos la lluvia, la niebla, el sol, la luz de la luna, el arco iris y la noche estrellada".

Castelao (Rianxo 1886/ Buenos Aires 1950)

jueves, 17 de noviembre de 2011

Albina sombra.

Persigo tu sombra, blanca sombra, reflejo de la luz que emite tu fugaz presencia.
A veces, cuando logro encontrarla y la sigo a media distancia, se pierde en las esquinas de mis sueños. Otras, en cambio, desaparece misteriosamente en la oscuridad del deseo reapareciendo tan inmaculada como nieve recién caída.
En los momentos más inesperados, cuando estoy cansado de perseguirla o dejo de buscarla porque estoy entretenido con otras sombras de colores, que también existen, doy fe, y de las que hablaremos en otra ocasión, si surge, choca frontalmente con la mía y se funden en gris ceniza, claroscuro de su blanca luz y mi negra ceguera. Permanecen unidas algunos segundos, que por la intensidad sentimos eternos, compartiendo intimidades prohibidas. Transfiere a la mía toda su energía y blancura. Blancor que me acompaña durante dos o tres noches, hasta extinguirse, iluminando mis paseos nocturnos que recorren la ciudad dormida al albur de la noche.
Pero no es a tu albina sombra a quien busco insistentemente, sino a su dueña, para que produzca en mi cuerpo los mismos efectos que la tuya en mi sombra.

martes, 15 de noviembre de 2011

Nocturno.


Lunes noche paseo la calma
No pesa el aire que inhalo
Luna llena en la bóveda del cielo
Ilumina oscuros recuerdos
Calles mojadas de fina lluvia
Reflejan difuminada tu cara
Gentes regresando a casa
Habitas en la distancia
Bares cierran la puerta
Abren mi madrugada
Barrenderos a la faena
No barren tu presencia
Hojas secas planean al suelo
Alfombrando mi memoria
Débil bruma nace
Refresca suave mi sueño
Envuelve húmedo mi viaje
Alrededor de tu tiempo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Aparición.


Inesperada sonrisa
ademán cómplice
ojos chispeantes
labios frambuesa
gestos alegres
amable princesa.

domingo, 13 de noviembre de 2011

"La inspiración juega un papel muy importante, aunque la musa sólo te da el primer verso".

Luis Alberto de Cuenca

La ausencia de tu presencia.


Palabras que anuncian tu presencia
apacibles aguardamos tu llegada
pasan cortos minutos alegres
y estrechas horas de espera
no llegas y por tanto no vienes
transmutándote en ausencia.

sábado, 12 de noviembre de 2011

La rebelión de los libros de Eva.

Querida Eva, nos llegan noticias por medio de un amigo común, aunque él pretende no serlo (común), que te quiere y quiere evitar el desastre. Malas noticias anunciando tu intención de abandonarnos, de dejarnos morir en el olvido de las estanterías, cogiendo polvo, o llevarnos al contenedor de papel usado para reciclarnos en envases, en papel higiénico o de periódico. Olvidarnos para siempre y darle paso al “ebook”, ese cacharro frío e infame que nos roba lectores día a día.

Ignoras que aprendiste a leer y soñar con nosotros, inmersa en cuentos con grandes letras y atractivos dibujos de colores que conseguían hacer volar tu imaginación. Tu cuerpo y tu inteligencia crecieron con nosotros: en los libros de texto, en las novelas para adolescentes, en aquellos ininteligibles libros de psicología y en los farragosos manuales que manejas en el trabajo. Nosotros, en cambio, no hemos pensado jamás abandonarte, te queremos y te comprendemos, somos parte de tu historia y de tu familia.

Ahora disfrutas de la lectura de “best seller”, y, como tenemos vida propia, nos vamos adaptando, conforme avanzas en la trama de la novela, a tu estado de ánimo en cada momento. Sí, porque los libros, como la vida, tenemos un principio (a veces también un prólogo) y un final (a veces también un epílogo), pero la historia que contamos es diferente para cada lector. Obtenéis conclusiones y reflexiones personales distintas, ¿acaso un "ebook" puede transmitir tanta emoción? Por no hablarte de nuestras atractivas cubiertas que incitan a cogernos; del tacto del papel; de nuestros lomos; del aroma que desprendemos: a tinta fresca de la última edición y a nostálgico perfume en las primeras; de las tapas traseras que con un pequeño resumen te animan a la lectura. El brillo de nuestras palabras no puede compararse con la fría luz de una pantalla, ni tus dedos con las teclas de plástico que la acompañan.

Hemos estado en tus manos desde el primer momento, elegidos en la librería, o llegamos a tu casa envueltos en papel de regalo. Algunos contenemos emotivas dedicatorias. Otros hemos sido marcados con tu ex libris. Nos has acariciado, besado, olido, escuchado, a veces caímos al suelo cuando cerrabas los ojos de cansancio. Hemos viajado contigo, a la playa, a la montaña, mojado juntos, rebozado en arena, manchado, reído, llorado, vivido, y no nos ha importado, te queríamos tal como eras. ¿Imaginas lo que durará el “ebook” en tus inquietas y torpes manos? ¿Y cuando se agote la batería y te deje colgada en el desenlace final? Maldecirás y lo estamparás contra el suelo.

No queremos amenazarte pero sabes que hay otros libros no tan buenos como nosotros. Libros asesinos, sicarios dispuestos a vengar grandes afrentas. Libros que ocultan un arma de fuego en su interior, prestas a dispararse involuntariamente. Libros con puñales afilados, con veneno en polvo entre sus páginas, cargados de explosivos, infectados de radiactividad. Otros, como volúmenes de enciclopedia, aparentemente inofensivos, caen desde gran altura impactando en las cabezas y causando daños cerebrales irreparables. Debes valorar los pros y los contras en tu decisión y no dejarte llevar, como haces habitualmente, por la primera impresión, por impulsos emocionales, pues las consecuencias pueden ser nefastas para ti y para nosotros.

Con cariño y resquemor,

Tus libros de toda la vida


Sigo estando ...

Sentada al borde de un precipicio, más abajo estaba el río. Había una luz increíblemente hermosa y, como no, rodeada de pequeñas montañas.

Éste es el escenario de mi vida, así lo siento y así seguiré soñando. ¿Qué tiene todo esto que a mí me llena tanto? ¿Libertad, soledad, misterio, belleza? Quizá nunca lo sepa, pero no importa sigo estando…

“La luz polarizada del Sol penetra en tu alma iluminándola y transmitiéndole la energía necesaria para continuar tu camino: arriesgándote, bordeando el precipicio de la vida, sintiéndote protagonista y enamorándote de tanta belleza que encuentras subiendo y bajando montañas de sentimientos, de ilusiones y de emociones”.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Remando.


Preferíamos navegar en soledad con nuestro barco "Luz del mar". En brazos del viento, cuando soplaba inflando velas, volábamos en dirección cualquiera, nada nos importaba, ni el rumbo ni el destino. Tampoco sufríamos al quedarnos varados en momentos de calma, aprovechábamos para leer, buscar la reflexión del lenguaje escrito y meditar. Disfrutábamos también dentro de una corriente, esperando acontecimientos, dejándonos llevar mientras contemplábamos el monótono paisaje gris claroscuro, en días cubiertos, y azul marino los despejados, escoltados por faros dormidos en la línea de costa

Ahora hemos decidido compartir con otros marinos, en este caso marinas, nuestras singladuras y nuestro destino. Enrolados en una trainera femenina dispuestos a aunar esfuerzos y compartir ilusiones, a captar la sensibilidad y el entusiasmo de las mujeres de la mar que nos han acogido con agrado, esperamos no defraudarlas.

Entrenamos todas las mañanas de domingo, a primera hora, cuando la mar anda todavía desperezándose y nuestros brazos comienzan a coger tono. Dirige la embarcación Mar, marcando el ritmo con su voz dulce y acompasada, la mirada atenta al horizonte, sincronizando nuestros movimientos batientes, acariciando con los palos el agua, avanzando con suavidad y determinación, arando el mar con estelas blancas.

Recorremos seis millas de ida y seis de vuelta, regresamos a puerto cansados pero felices por las sensaciones vividas y compartidas en silencio, cabalgando sobre el mar, a veces picado, y curtidos por la brisa salada que refresca nuestro esfuerzo y aclara nuestras dudas.

Hemos aprendido a navegar en compañía, en buena compañía. Nos sentimos queridos y aceptados, sumamos nuestra energía a la de ellas y comprendemos que así, juntos, avanzamos todos más, bastante más. El día que recibamos un golpe de mar y nos arroje por la borda, tendremos a nuestro lado brazos firmes y sensibles prestos a rescatarnos, a rescatarlas.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

En sueños.


Nocturno sueño,
hora indeterminada,
una noche de lluvia emana.

Reunión de caras ocultas,
tú al fondo de la sala, sentada,
piernas abiertas:
exponiendo medias doradas.

Cruce de palabras olvido
de contertulios en círculo,
una diminuta paloma,
tamaño gran saltamontes,
recorre la mesa e inicia el vuelo
y con ella el fin de mi sueño
y de tu onírica mirada.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Tirando del hilo.

Tiramos del hilo de la historia, de nuestra historia personal, intentando encontrar el origen, la causa de nuestro estado actual que explique lo que nos pasa, lo que sentimos.
Porque sentimos, porque nos impresionan pequeños gestos, fugaces miradas y palabras amables que se transforman en grandes estímulos, de mágicas personas que encontramos durante las veinticuatro horas que tarda un día en ceder el testigo a otro, despiertos y soñando, a veces también despiertos.
Estímulos que mueven los hilos de la marioneta que somos, movilizando nuestros brazos y piernas, nuestra cabeza y los gestos de la cara. Estímulos que articulan nuestra voz y nuestra mano para hablar y escribir de sentimientos que se cuelan por la frontera de la razón, como “sin papeles” dispuestos a buscarse la vida en el mundo de la amistad, del amor, de la fantasía.
Y a fuerza de tirar y tirar del hilo, a modo de autopsicoanálisis, recorriendo etapas anteriores, vivencias, emociones y aventuras infantiles, llegamos al final, o regresamos al principio, y no hay nada, nada físico, tan sólo un vacío, un inmenso vacío, repleto de recuerdos, de huellas, de cicatrices e imágenes de almas femeninas marcando los puntos kilométricos de nuestro pasado hasta llegar a la primera mujer, la que nos sacó de las tinieblas dándonos la luz y la vista, empujándonos al abismo de la vida, cortando el nudo gordiano que nos mantenía unidos a ella y a la nada.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Mi desesperada estatua.

Te esculpí hierática, solemne y enigmática.
Otras envidiaban tu encanto.
Atraías a esbeltas tallas varoniles procesionando en semana santa.
Nació el amor apasionado con Judas, en la distancia.
Palomas mensajeras susurraban al oído bellas palabras dedicadas.
Pasado un tiempo tu rostro fue infectado por el virus de la tristeza, una noche de traición y desencanto.
Desde entonces vives petrificada en el amargo recuerdo de su ausencia.
En días de lluvia tus lágrimas se confunden con las gotas que intentan lavar tu memoria.
Sale el sol radiante mientras tu cara continúa triste y melancólica, en primavera, en verano.
Tan sólo la nieve de invierno dulcifica tu tragedia.
Recobrarás tu pose clásica, que tornará a feliz sonrisa, sólo con otra estatua que fije en ti su mirada.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Al doblar la esquina.

Recuerdo aquella fría y lluviosa tarde de otoño. Yo caminaba deprisa, destino a una cita ineludible, y tú, por lo aparatoso del impacto, también andabas aceleradamente intentando llegar a tiempo al cumpleaños de tu hija.

Fue al doblar la esquina, en el cruce de Rosario con Concepción. Giré a la derecha y tú a la izquierda. Yo por el interior, respetando la norma no escrita de andar por la derecha, y tú te echaste literal y físicamente encima de mí. Recuerdo el vuelo de tu bandeja de pasteles buscando pista para aterrizar en el suelo junto al ramo de rosas que yo portaba. Inmediatamente ambos nos agachamos intentando evitar el desastre, y nuestras cabezas, al igual que antes nuestros cuerpos, volvieron a impactar. Tras el aturdimiento inicial, contemplamos juntos el naufragio de la barca de pasteles en el mar del charco de lluvia. Mis disculpas, tus disculpas, rodeados de gentes que reían o se interesaban por nuestro estado físico y anímico. Tu sonrisa, mi sonrisa, y el ramo de rosas, destinado a mi amigo fallecido -sin duda dio por bien empleado en esas circunstancias, el habría hecho lo mismo con mi aquiescencia- que te entregué, no sin gran esfuerzo para que lo aceptaras, como compensación a tu dulce pérdida.

Ha llegado otro otoño, llueve y hace frío. Hoy es el aniversario de mi amigo y por tanto el cumpleaños de tu hija. He comprado otro ramo de rosas, rojas como su apellido. A la misma hora que hace un año voy a recorrer el mismo itinerario. Doblaré la esquina, a la derecha y por el interior, como siempre, en el cruce de Concepción con Rosario. Esta vez no tengo prisa, caminaré despacio intentando encontrarte y no toparme de nuevo contigo y tu bandeja de pasteles. Si coincidimos recibirás el ramo de aniversario. De no ser así será para mi amigo, aunque él preferiría no recibirlo, así son los amigos, incluso después de doblar la última esquina.

jueves, 3 de noviembre de 2011

De muros y puentes.

Asentamos los cimientos de nuestros muros, excavados en la profundidad de las heridas abiertas, con frío acero forjado y espeso hormigón, mezcla de rencor e indiferencia. Ladrillos superpuestos de ira horneada lo elevan aislándonos de enemigos, hasta hace poco compañeros de viaje. Muros que cortan toda comunicación visual, verbal y emocional, impidiendo contemplar sus vidas con la simpatía y el cariño de antaño.

Cierto que nos ofendieron, que abusaron de la confianza depositada, que defraudaron, que nos hirieron. Pero toda herida cicatriza con el bálsamo del perdón y el paso del tiempo. Por ello deberíamos dedicar ahora nuestro esfuerzo, una vez superada la afrenta, a tender puentes que salven el abismo abierto y acorten la kilométrica distancia que nos separa, conectando de nuevo sus vidas a las nuestras.

Para qué elevar muros si podemos tender puentes.

martes, 1 de noviembre de 2011

La línea de meta.


En un recorrido circular, como la vida, con origen y final en el mismo punto: la frontera de estar o no estar, la velocidad no es determinante. Conocemos la fecha y la hora de salida, desconocemos el itinerario, aunque podemos trazarlo previamente y esperar acontecimientos que nos obliguen a modificarlo, pero nunca la hora y la fecha de llegada, salvo que decidamos tirar la toalla antes de tiempo y terminar nuestro paseo, seremos social e incomprensiblemente descalificados.
Nacemos y morimos, partimos y regresamos, tan solo nos falta llenar de contenido la distancia que separa ambos hitos.
Podemos avanzar deprisa intentando que el recorrido sea lo más largo posible, ignorando las señales que aparecen a ambos lados. Podemos caminar despacio, contemplando los paisajes, saboreando lentamente los frutos a nuestro alcance y disfrutando de la compañía de quienes marchan a nuestro ritmo. También podemos conducirnos ineficientemente: acelerando y frenando bruscamente, con impaciencia, y generar tensiones y conflictos con el resto de caminantes.
Al final todos llegaremos a la meta, antes o después, independientemente del camino elegido y del tiempo empleado en recorrerlo. Allí nos aguarda, con los brazos abiertos y una sonrisa amable, la dulce azafata de la muerte para hacernos entrega del ramo de flores que premie nuestro esfuerzo y adorne nuestra última morada.
Por tanto, si somos conscientes de nuestro origen, del recorrido que nos queda por delante y del final inevitable, haríamos bien en no aferrarnos a bienes materiales, pues sólo seremos depositarios temporales de ellos, en gozar de la buena vida y de la buena gente, si hemos tenido la suerte y la fortuna de encontrarla y no angustiarnos porque veamos la pancarta de meta cada vez más cercana.
Buen camino, buena compañía y feliz regreso a meta.

domingo, 30 de octubre de 2011

Tiempo muerto.

Son las dos y cinco de la noche y me encuentro aquí, en la unidad de cuidados intensivos del Hospital General Universitario, esperando que pase una hora para terminar de morir. Parece absurdo pero así es. Ingresé de urgencia a las dos y cuarenta y cinco minutos con un fuerte dolor en el pecho víctima de un inoportuno infarto.
He sido diligentemente atenido a pesar de la hora y del momento: noche de sábado a domingo.
A las tres, a punto de morir, pues ya nada podían hacer por mí, llega el cambio de hora retrasando mi final desenlace.
La doctora García, jefa del servicio, muy profesional y dispuesta, me ofreció aprovechar este lapso de tiempo para salvar mi vida. Yo, agradecido, me negué argumentando que si el destino había determinado mi punto y final para este día y esta hora, no podemos los humanos contradecirlo y alterar alegremente sus consecuencias. Carecen de culpa mis familiares y amigos, herederos de mis últimas voluntades testamentarias, que por cuestiones meramente de ahorro energético no puedan disfrutar de la libertad de mi ausencia y del rédito de mis bienes, no muy elevados por cierto.
La psicóloga de guardia acaba de subir para prestarme el apoyo emocional oportuno en esta última hora de mi vida, se ha encontrado con el sacerdote que también intenta administrarme los santos óleos. Voy a invitarlos a una bebida de máquina, pues la cafetería ya está cerrada, y a decirles que regresen a sus habitaciones y aprovechen para dormir una hora extra, que yo me las apañaré solo y que me encuentro, ahora mismo, perfectamente, tan sólo me espera el desenlace final dentro de cincuenta y cinco minutos.
Terminaré de leer "Un hombre que se parecía a Orestes", creo que el humor de Álvaro Cunqueiro me ayudará a entrar con buen pie en el más allá de las tres.

sábado, 29 de octubre de 2011

Como girasoles.

Somos girasoles expuestos a la luz del destino.
Llegamos a este húmedo y ocre terreno una fría mañana de invierno ocultos en la semilla de nuestros progenitores.
De niños fuimos creciendo en tiernos tallos mecidos por el viento, jugábamos al escondite y aprendíamos de la naturaleza y de las jóvenes plantas más adelantadas.
En primavera abrimos llamativas flores a livianas mariposas multicolores y laboriosas abejas que, hambrientas, chupaban el dulce néctar de nuestras entrañas y nos traían noticias de otras flores más allá de este campo. Continuamos creciendo alegres con el canto y el vuelo de golondrinas rozando nuestros pétalos amarillos.
En la canícula de verano sufrimos desvanecimientos y alucinaciones por falta de agua y exceso de radiaciones solares, mientras maduraba el fruto del tiempo y del esfuerzo.
Hemos llegado a este otoño en pleno apogeo, inclinamos las cabezas a la madurez de nuestras vidas y contemplamos la caída de hojas amarillentas en árboles cercanos. Tan sólo nos queda morir en la cosecha, transformarnos en suave aceite, en pipas secas elipsoidales, o renacer en el huerto, otra mañana, y continuar girando expuestos a la luz del destino.

viernes, 28 de octubre de 2011

Durante la batalla.

Nuestro optimismo no está justificado, no hay señales que nos animen a pensar que algo puede mejorar. Crece solo, nuestro optimismo, como la mala hierba, después de un beso, de una charla, de un buen vino, aunque de eso ya casi no nos queda. Rendirse es parecido, nace y crece la ponzoña de la derrota un mal día, con la claridad de un mal día, forzado por la cosa más tonta, la misma que antes, en mejores condiciones, no nos hubiera hecho daño y que sin más consigue aniquilarnos si es que coincide por fin ese último golpe con el límite de nuestras fuerzas.

Ray Loriga


jueves, 27 de octubre de 2011

Despertad, amanece.


Despertad, amanece, atrás quedó la noche cubierta con cálidas mantas. Dejad los amables sueños dormidos, volveremos a soñarlos. Olvidad las oscuras pesadillas pues el Sol se enciende otra mañana dispuesto a guiar nuestros titubeantes pasos en busca del llano horizonte. Luz cálida anaranjada, como zumo que ilumina el alma, cálida niebla retrocede a la montaña, aroma de café y tostadas alimentan la esperanza.

lunes, 24 de octubre de 2011

Las torres gemelas.


En ocasiones nuestro ego nos induce a mirar a las demás con perspectiva. Sin embargo todas somos iguales y estamos conectadas con gruesos cables de acero que transportan la energía que nos mantiene vivas.
No discriminamos a ningún tipo, nos da igual su origen, color o creencias: eólica, nuclear, hidroeléctrica, de carbón, de gas, solar, etc. Llevamos a todas en nuestras venas metálicas con el mismo cariño y entusiasmo.
Desde lo alto de nuestra esencia compartimos los sentimientos y las vistas que nos ofrece la naturaleza, tan exuberante como nuestra propia conductividad.
A veces una súbita subida de tensión incontrolada genera chispas en nuestras conexiones quemando las relaciones que con tanto cariño habíamos construido. Es entonces cuando necesitamos la ayuda inestimable de expertas electricistas, conocedoras del alma humana, para que reparen la avería de nuestros corazones, sustituyendo los débiles fusibles que albergan por otros más condescendientes y nos conecten de nuevo a la red.
Yo os quiero a vosotras, las más cercanas, os veo todos los días menos aquellos que la densa niebla me lo impide, cambiamos impresiones y eléctricas emociones, pero nunca me olvido de aquellas otras torres que se pierden en el horizonte o detrás de las montañas pues a ellas también las quiero.

domingo, 23 de octubre de 2011

Dos muertos tras un tiroteo en Zarautz.

Esta mañana de domingo, sobre las 12 horas, se ha producido un tiroteo en la playa de Zarautz con resultado de dos muertos: el miembro legal de ETA, Jon García Urretxu y el escolta de la concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Oiartzun, Txema Pardo Gogeaskoa. Al parecer la concejal Carmen Suárez corría junto a la orilla del mar seguida a corta distancia por su escolta, éste, al percatarse, por los gritos de los paseantes, de la presencia en el paseo marítimo del terrorista apuntando con un rifle de mira telescópica, se abalanzó sobre su protegida derribándola y evitando que el disparo del etarra la alcanzara. Reincorporándose inmediatamente efectuó un certero disparo con su arma de fuego alcanzando el pecho de Jon Urretxu. Al acercarse al cuerpo del terrorista, tendido en el suelo aún con vida, recibió los disparos de un ertzaina creyendo que era miembro del comando terrorista. Atendidos ambos heridos, en un primer momento, por los socorristas de la Gurutze Gorria, de servicio en la playa, fueron trasladados con urgencia al hospital Donostia de San Sebastián donde nada pudieron hacer para mantenerlos con vida. Todavía no se han producido declaraciones de los representantes políticos, conmocionados por el suceso que pone en tela de juicio la última declaración de la banda armada, aunque fuentes próximas a la investigación hablan de un posible ajuste de cuentas personal entre los dos fallecidos, nacidos ambos en la localidad navarra de Elizondo.